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Skill Stacking para negocios personales

 

Mendeleev hizo algo muy loco.

Este gran científico intentaba organizar los elementos (átomos) que componen la materia, pero tenía un problema…

Sin importar qué criterio tomaba para ordenarlos, siempre se encontraba con que algo no encajaba… Siempre quedaban algunos átomos fuera de la selección.

Pero un día se le ocurrió una idea… ¿y si en realidad hay más elementos que los que se descubrieron?

Es decir… pensó si dentro de su tabla de elementos, habrían algunos huecos… algunos elementos que todavía no se conocían pero que existían y le daban sentido a la organización.

¡Y tenía razón! Incluso Mendeleev terminó prediciendo propiedades de elementos que ni siquiera se habían descubierto.

¿Y por qué esto es importante para un negocio personal?

Porque Mendeleev no se limitó a pensar en lo que ya conocía, sino que se abrió a la posibilidad de que hubiera más por descubrir. En el mundo actual, es importante no quedarse estancado en lo que ya sabemos, sino estar siempre en la búsqueda de nuevos conocimientos y habilidades.

Es lo que se conoce como «skill stacking», la idea de combinar diferentes habilidades para crear algo nuevo y valioso.

Por otro lado, nos quita la presión de tener que disponer de “todos los elementos” para sentirnos completos.

Más bien, nos ayuda a ir construyendo elemento a elemento nuestro mix de habilidades.

¿En qué se relaciona a tu situación?

Es probable que hoy tengas muchas habilidades en base a lo que estudiaste, los trabajos que realizaste y las experiencias que tuviste.

Quisiera contarte cómo era mi mix de habilidades en 2020 y cómo fue evolucionando para que veas cómo aplicando la idea de Mendeleev podrás entender qué habilidades necesitas para seguir creciendo.

En enero del 2020 yo tenía principalmente estas habilidades: hablaba inglés, sabía investigar en internet, tenía conocimientos básicos sobre web e email marketing, una idea muy mínima de cómo usar Instagram, sabía usar rudimentariamente una app de “diseño” (Illustrator), había leído algo de marketing digital (básico y desactualizado).

Con esas pocas herramientas tenía un desafío: Quería aprender a crear contenido de alta interacción y crear una comunidad en Instagram.

Es decir: quería sumar a mi skill-stack estas 2 habilidades:

  • Hablar inglés
  • Investigación web
  • Email
  • Instagram (muy básico)
  • Illustrator
  • Marketing digital (básico)
  • Creación de contenido
  • Creación de comunidad

El tema es que para aprender a crear contenido de alta interacción necesitaba más que una sola habilidad. Lo mismo me sucedía con la creación de la comunidad.

Lo que hice entonces fue poner “habilidades hueco” que me iban a llevar a destino:

  • Hablar inglés
  • Investigación web
  • Email
  • Instagram (muy básico)
  • Illustrator
  • Marketing digital (básico)
  • Habilidad hueco 1
  • Habilidad hueco 2
  • Habilidad hueco 3
  • Creación de contenido
  • Creación de comunidad

y me puse a investigar… y de a poco fui encontrando respuestas.

Resulta que había algo que se llamaba copywriting, otra cosa que se llamaba storytelling, que habían muchas herramientas para diseñar y editar videos, que habían apps para gestionar el mensaje directo y los comentarios, que existía algo que se llamaba marketing de contenidos, otra cosa que se llamaba persuasión, otra funnels, otra que era publicidad, otra negocios digitales, otra branding (…)

Terminé dándome cuenta que para lograr mi objetivo iban a tener que llenar muchos “huecos”.

Poco a poco me metí a investigar a cada una y luego a profundizar en algunas.

Esto lo hice mientras trabajaba en relación de dependencia. Dedicaba muchísimas horas al día para estudiar e investigar. Fue mi “época de formación”. Poco a poco fui mejorando como creador de contenido, así como me fui volviendo bueno en crear una comunidad.

¿El riesgo y los desafíos durante la etapa de aprendizaje?

Todos seremos aprendices toda la vida, pero cuando “empezamos en serio” con nuestro negocio personal sucede algo bastante inusual:

No tenemos criterio y nos cuesta saber qué habilidades son las más importantes. Encima, en internet encontramos a gurús de absolutamente todas las disciplinas aclamando que la suya es la que te da la salvación a tu negocio.

¿Que hacer?

Claramente no tengo una respuesta definitiva para todo el mundo, pero CREO que lo mejor que puedes hacer es empezar a construir con lo que sabes.

Te sigo contando lo que hice yo en 2020.

Creé mi cuenta de Instagram, hice un curso de 6 horas con los fundamentos de la creación de contenido y me puse a crear… me llevaba 4 horas hacer un carrusel bastante feo y eso que era con una idea súper simple.

En el primero hablé justamente de esto que me estaba pasando: necesitaba de la energía de activación para emprender (también conocido como “el primer paso”).

Para el segundo ya me había quedado sin temas. Entonces me puse a escribir sobre temas que había visto que mi mentor hablaba…

En este momento tenía CERO seguidores, por lo que no me preocupaba tanto que no me gustaran mis propios carruseles.

Cuando terminé el cuarto carrusel ya me sentía un PRO… me seguían llevando 4 horas hacerlos y estaban bastante feos, pero iban tomando forma. Elegí mis colores institucionales (después de ver un minicurso de branding), me saqué una foto:

(la foto)

Pero poco a poco me empezó a atacar la ansiedad… tenía unos 30 seguidores y parecía que la cosa no marchaba. En la desesperación, después de mirar unos tutoriales para crear campañas de publicidad invertí 50 dólares en una semana para generar visitas al perfil.

Fue nefasto… la campaña fue “vista” por más de 100.000 personas y ninguna me empezó a seguir.

Seguí creando contenido y relaciones con otros creadores que iban más adelantados en el camino. Aprendí a disfrutar de hablar por mensaje directo, conocí los cafés virtuales para conocer mejor a los que estaban del otro lado…

En el interín me había devorado el podcast de Maïder Tomassena, también el de Javi Pastor, leí muchísimos libros de marketing y branding y mejoré mi comunicación al mismo tiempo que aprendía a usar mejor Illustrator para diseñar.

¿A que voy con todo esto?

Fruto de mi deseo de mejorar, la constancia y el HACER fui descubriendo mi camino. Vale aclarar que para ese entonces había invertido unos $300 dólares y unas 200 horas en mi negocio.

Y la diferencia no la hizo ningún dispositivo ni app… sino las relaciones que construí en ese tiempo.

Descubrí que las redes sociales se llamaban así por algún motivo y aprendí a “jugar” el juego del algoritmo (del que te voy a hablar pronto en el blog).

No necesité habilidades extravagantes, sino tiempo destinado a intentar hacer lo que quería hacer y foco en lo que quería lograr.

Fueron muchísimas horas… lidiar con la ansiedad de ver resultados es todo un tema, pero si la apuesta es a largo plazo mejor aprender a gestionar las emociones desde el inicio.

De hecho, muchas de las habilidades que fui incorporando en ese tiempo se desarrollaron inconscientemente como por ejemplo: salir en cámara, superar un poco la vergüenza, hablar en público, escuchar, gestionar mis emociones, persuasión, empatía…

 

¿Cuáles son mis 3 aprendizajes?

  • Cuando te pones un objetivo personal (como aprender una habilidad compleja) generas tensión en tu vida. Esta tensión te da energía para hacer (si viene de una buena motivación intrínseca) y criterio para elegir TU camino (en base a tu situación inicial que es única e irrepetible).
  • Lo más difícil no es dar el primer paso, sino sentir que cada cosa que haces es un “primer paso”. Por eso, la constancia y “la fe” en tu proyecto (negocio personal) es lo que te sostiene en esa etapa más dolorosa donde no se ven resultados.
  • Para no caer en la ansiedad que genera ver como “necesarias” todas las habilidades que dicen por ahí sirve mucho avanzar con la mirada de Mendeleev, entendiendo que hay “huecos” que de a poco se van a ir llenando.

Espero haberte ayudado a seguir abriendo esta gran puerta que abrimos juntos en esta entrada del blog.

Gracias por leerme, por tu compañía y por seguir dejándome feedback en comentarios 🙂

¿Quién es Zeke?

Soy un creador de contenido y conferencista internacional sobre economía de la atención en RRSS, marketing de contenidos y negocios digitales.

Me apasiona la búsqueda de la felicidad y despliegue alrededor de la marca y el negocio personal.

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