Un título no te define.
La “falta de un título” tampoco.
Con el paso del tiempo cada vez se escucha más cómo el título tiene un peso más pequeño a la hora de “analizar” los perfiles de los candidatos para un trabajo. Y la tendencia es que esto siga disminuyendo.
Pero eso no quiere decir que no haga falta estudiar, más bien todo lo contrario.
¿No te pasa que ves que hay tanto para leer, estudiar y hacer que no sabes por dónde empezar?
Esto que te pasa a ti, nos pasa a todos. Realmente hay un mundo por construir que necesita personas con una formación particular… que no depende de un título sino más bien de la capacidad de aprendizaje de las habilidades y de las experiencias.
Seremos “lifelong learners” (aprendices para toda la vida) o no seremos… Alguien que demostró el valor de esto hace más de 500 años fue uno de los aprendices más reconocidos de la historia: Leonardo da Vinci.
Da Vinci es conocido por todo el mundo. Algunos lo asocian más a su faceta como pintor, otros como arquitecto, otros como inventor, o filósofo…
En lo personal creo que lo que lo hace especial no es una faceta sino ese mix tan particular. Es eso (principalmente) lo que lo hace único e irrepetible. Y creo que podemos imitarlo.
No enloquecí, te aseguro que puedes imitarlo. Yo al menos estoy intentándolo y ya veo progresos concretos. Y veo cada vez más y más personas en este camino.
Quiero compartir contigo esta visión y algunos puntos concretos que puedes implementar hoy mismo.
Vamos a ver inicialmente dos conceptos que espero te sirvan de ayuda: el “Mix de habilidades” y “La estrategia de descubrimiento”.
El Mix de habilidades o “Skill Stack” (la traducción literal sería “la pila de habilidades”) nació de la mano de un dibujante llamado Scott Adams. Él planteó lo siguiente:
“ Si desea una vida exitosa promedio, no se necesita mucha planificación. Simplemente manténgase alejado de los problemas, vaya a la escuela y solicite trabajos que le puedan gustar. Pero si quieres algo extraordinario, tienes dos caminos:
- Conviértete en el mejor en algo específico
- Llegar a ser muy bueno (25% superior) en dos o más cosa
Más allá que en la actualidad, una vida “exitosa promedio” ya no es posible para alguien que va a la escuela y solicita trabajos que le puedan gustar (sobre todo en Latinoamérica) el planteo lo veo muy interesante.
El problema con la primera opción es que hay un solo espacio disponible para “el mejor”. Hay un Messi. Y por más de que Ronaldo sea un jugador increíble, ni si quiera él puede ostentar cumplir con ser el mejor. Encima, “el mejor” es temporal. Sostenerte Top 1 es prácticamente imposible y por lo tanto no es una buena estrategia “aspirar” a ser el número uno (te conté un poco sobre esto en esta entrada del blog.
Supongo que coincidimos que la mejor opción entonces, va a ser la segunda… Vamos a verla juntos.
Es probable que yo sea el mejor ingeniero-marketer-jugador de póker-barman-creador de contenido del mundo… al menos de habla hispana 😅. Sin lugar a dudas, si alguien valorara todas esas habilidades para algo en particular no tendría mejor opción que contratarme a mí.
Estoy leyendo tus pensamientos… sí, es cierto que esa combinación no es muy útil. Por eso, creo que a este punto, además de la idea de llegar a ser bueno en dos o más cosas le falta un pequeño detalle: que sean complementarias.
¿Y cómo hacemos para saber si son complementarias?
No hay un “manual de habilidades complementarias”, por lo que voy a compartirte mi propia clasificación.
Por un lado tenemos las habilidades relacionadas. Son aquellas que se vinculan conceptualmente, porque utilizan “las mismas bases”. Por ejemplo, fotografía y edición de fotos. No hace falta que sepas editar las fotos para ser fotógrafo, pero sin lugar a dudas aprender a editar mejora (en muchos casos) “la solución final que ofreces”.
Por otro lado tenemos habilidades de comunicación. Son las que tienen que ver con la comunicación asertiva, te ayudan a que lo que sea que hagas pueda ser compartido, comprendido, apreciado y valorado por los demás. Éstas suelen ser bastante universales y complementan a la mayoría de los mix de habilidades. Podríamos incluir aquí : escritura, escucha activa, hablar en público, vender(se).
También tenemos habilidades especializadas. Estas podríamos verlas como “sub-habilidades”, profundizan sobre tu conocimiento. Por ejemplo: fotografía + retratos en blanco y negro.
Las habilidades de gestión podrían catalogarse como una 4ta opción. Me refiero a aquellas habilidades personales que tienen que ver con la productividad, el liderazgo, finanzas, administración del tiempo, etc.
Por último podríamos ver las habilidades de autoconocimiento y blandas. Tienen que ver con la aplicación de filosofía, la psicología, antropología, espiritualidad, el plano emocional, la empatía, etc.
(Ésta lista no es exhaustiva pero sirve para entender el punto! 😅 como algunos otros temas eventualmente volveremos a tratarlos)
La siguiente pregunta es: ¿y cómo sé cuál me complementa mejor?
Nuevamente, no hay una verdad absoluta, pero sí una guía, a la que denominé “Estrategia de descubrimiento”
Las habilidades que te complementarán mejor depende de el “para qué”. ¿Para qué utilizarás este mix particular? Si hablamos de un negocio personal, conociendo tu propósito, eligiendo una promesa de valor y un problema particular a resolver, la mejor sería la que te ayuda a:
Que el valor percibido por los demás aumente.
Que vendas mejor.
Que la productividad de tu negocio aumente.
Que el disfrute llevando tu negocio aumente.
Vamos a ver una por una
Que el valor percibido por los demás aumente.
Ya hablaremos más en detalle sobre el valor percibido en otra entrada del blog, pero en principio podríamos definirlo como el impacto que tu cliente potencial entiende que tendrá tu solución en su negocio. Importante sobre todo la palabra subrayada: entiende . Si no lo ve, no lo percibe y no puede valorarlo.
Vamos a algunos ejemplos:
Si eres diseñador web y aprendes a programar, serás capaz de crear páginas que carguen más rápido, tengan más funcionalidades o bien que se vean exactamente como quería tu cliente.
Lo mismo sucede cuando desarrollas habilidades de comunicación. Muchas veces no tienes que cambiar nada de tu servicio o producto, sólo mejorar cómo comunicar de forma sencilla el valor que aporta.
Que vendas mejor.
Como te comentaba previamente, ya vamos a profundizar sobre el valor y la venta. Por el momento y para simplificar, vamos a definir el valor capturado como el precio que pagan por tu producto o servicio. Por ejemplo:
Si te pagan $10 por un servicio que les genera $100 de ganancia, tu valor capturado es más bajo que…
Si te pagan $30 por el mismo servicio que genera $100.
Es decir, aumentaste el “valor capturado” por tu servicio.
Aprender marketing por ejemplo puede ayudarte a analizar y entender el mercado en el que compites. De esta manera podrás comparar tu solución con la de los demás y tomar mejores decisiones de posicionamiento y precio.
Si estás posicionado y comunicas mejor tu oferta, tu cliente ideal estará dispuesto a invertir más en tu solución.
Que la productividad de tu negocio aumente.
Hay ciertas habilidades que pueden ayudarte enormemente y que quizá no sean tan obvias. Por ejemplo, aprender a ordenar tu negocio y delegar.
Estás dos (ordenar y delegar) son dos habilidades FUNDAMENTALES. A veces pensamos que “ya sabemos delegar”, pero cuando leemos un libro o hablamos con un profesional del tema nos damos cuenta del abismo qué hay ente el sentido común y la realidad.
La productividad personal, bien aplicada, es un eje que atraviesa toda nuestra vida y que en cualquier “pila de habilidades” tiene que estar presente.
Que el disfrute llevando tu negocio aumente.
El disfrute depende de tí. Depende de lo que te genera curiosidad, de tus pasiones, tus fortalezas… Desarrollando habilidades de autoconocimiento sobre todo podrás trazar un camino que, incluso ante obstáculos, te motive a seguir. Cuando estás conectado contigo realmente puedes disfrutar de lo que haces y detectar con mayor facilidad aquello que ya no disfrutas.
Conectar con tu Propósito es otra habilidad. Ojo, no me refiero al propósito de negocio (con “p”) sino al Propósito (con “P”) de la vida.
El propósito tiene que ver con la razón de ser de tu negocio, con él se alinean los valores, atributos y promesas de la marca.
El Propósito tiene que ver con algo mucho más interior, personal y espiritual. Es algo difícil de describir con palabras porque más bien es algo que se revela a medida que nos conocemos más a fondo. El punto es que sin claridad interior no hay disfrute posible.
💡 Ejercicio para elegir la “próxima habilidad a desarrollar”💡
Un ejercicio que podríamos hacer es armar una lista con todas las habilidades que te gustaría desarrollar y luego catalogarlas en:
Que el valor percibido por los demás aumente.
Que el valor capturado por tu negocio aumente.
Que la productividad de tu negocio aumente.
Que el disfrute llevando tu negocio aumente.
Luego miraría si hay alguna habilidad que crees que aportaría a las 4 categorías y arrancaría por ahí. Después seguiría con las que aparecen en 3…
No te dejes seducir por todas las nuevas habilidades
La utilidad principal de estas preguntas-filtro tiene que ver con que nos cuida de una “enfermedad común de los emprendedores”
Uno de los problemas que surgen cuando empezamos con nuestro negocio personal es el síndrome del objeto brillante. Es decir, todo el tiempo aparecen más y más soluciones, herramientas, conocimientos, habilidades que parecen súper interesantes para tu negocio.
Hace unos años fue: Blockchain, luego NFT, después metaverso, este año Inteligencia Artificial.
Claro que todas son súper interesantes y nos ponen de cara a muchas oportunidades, PERO aquí estamos queriendo crear un negocio personal sin morir en el intento. Necesitamos discernir si eso “que todo el mundo habla” es algo que aporta realmente a tu negocio.
Lo que puedes hacer es tomar una, por ejemplo blockchain, y preguntarte:
¿Hace que el valor percibido por los demás aumente?
¿Hace que el valor capturado por tu negocio aumente?
¿Hace que la productividad de tu negocio aumente?
¿Hace que el disfrute llevando tu negocio aumente?
Si estás en duda puedes dedicar un tiempo a investigar sobre la aplicación que tiene en tu solución. Si aún así no te queda claro qué tan buena idea puede ser profundizar en aprender sobre esta tecnología, herramienta o habilidad es probable que sea mejor dejarla pasar y dedicar tu tiempo a otras en las que veas más claro el impacto en tu negocio personal.